Etapa 12. Lamego - Peso da Régua (12,7 Km)

Un año después de haber dejado nuestro Camino Torres en Lamego por problemas físicos, volvimos a retomarlo en el mismo punto en el que lo dejamos.

El primer día de Agosto cogimos un autobús a las 04:30 de la madrugada para llegar a Oporto sobre las 06:00 hora portuguesa. Una fugaz visita matutina al casco histórico hasta que encontramos el primer Pão Quente abierto (mezcla de cafetería, panadería y confitería), y después de un fenomenal desayuno nos dirigimos hasta la parada de otro autobús que nos llevaría hasta Lamego tras un trasbordo en Vila Real.
Sobre las 11 de la mañana llegamos a la estación de autobuses de Lamego, y después de bajar del autobús, nos cambiamos sandalias por botas y zapatillas y comenzamos a caminar.

Tras dejar atrás la Casa de S. José, nos desviamos a la izquierda por un camino que nos lleva hasta Souto Covo.


Continuamos por ese camino descubriendo el paisaje que nos iba a acompañar durante toda la jornada, y tras atravesar Souto Covo, seguimos descendiendo para llegar hasta Sande, en donde nos detuvimos a llenar las botellas en una fuente y visitar su iglesia de S. Tiago.


Continuamos nuestro camino para en unos metros pasar por debajo del viaducto de la IP-3, y seguir descendiendo hasta alcanzar a Sala de Audiências do Diabo con su puente romano sobre el río Varosa.


Lo tengo más que comprobado. Casi siempre que desciendes para atravesar un flujo de agua, tras superarlo toca recuperar lo descendido.
En esta ocasión tampoco rompió la regla y comenzamos a ascender por un bonito camino empedrado.
Tras unos 500 metros alcanzamos una pista que nos llevó directamente hasta Valdigem.


Una vez en el pueblo, preguntamos por un bar, y tras las indicaciones allá nos dirigimos. No tenían mucho para comer, pero unos salgados calentados en el microondas y dos Super Bock fresquitas, nos saciaron el hambre e hidrataron nuestros cuerpos. Ya estábamos listos para afrontar los últimos kilómetros.

Dejamos Valdigem, y tras cruzar la carretera nacional por un puente de paso peatonal, el camino nos lleva por una ladera de un precioso valle lleno de viñedos y olivares.


Continuamos atravesando viñas y quintas.


Seguimos entre viñedos con la vista de Peso da Régua al fondo del valle, y tras un par de kilómetros comenzamos un fuerte descenso en zig-zag para pasar de nuevo por debajo de la IP-3 y llegar hasta la carretera nacional que seguimos durante unos 500 metros para desviarnos poco después a la derecha y atravesar el río Duero por un puente peatonal.
Tras el puente nos desviamos a la izquierda para después bajar hasta el margen del río y tomar una bonita senda por su ribera y llegar hasta su cais (embarcadero).


Nos adentramos en el núcleo urbano para dirigirnos hasta el Residencial D. Quixote, que está situado a 1 kilómetro del centro, no sin antes, y tras dejar la actividad turística atrás, sentarnos en una tranquila terraza a disfrutar de dos cervezas fresquitas para recuperar líquidos.

Tras llegar al residencial y después de una ducha reparadora, nos quedamos dormidos nada más tumbarnos encima de las camas, pues no habíamos dormido casi nada la noche anterior.
Sobre las 8 de la tarde nos dirigimos por el paseo del río hasta el Restaurante O Maleiro. en donde las buenas opiniones y reseñas que había leído anteriormente, no resultaron estar equivocadas.

Tras la cena, otro paseo hasta el residencial y sobre las 11 de la noche ya estábamos de nuevo en los brazos de Morfeo.

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